BlairWaldorf, la verdad es que no puedo estar menos de acuerdo contigo.
No sé cuál sería tu deseo de ser madre antes de someterte a un tratamiento de fertilidad, pero comprendo que tu felicidad dependía en gran parte de lograr tu maternidad cuando decidiste poner en riesgo tu salud física, mental y económica. En caso contrario, hubieras aceptado que no llegara por medios naturales.
Tampoco sé cuál es tu nivel de estrés a estas alturas de la transferencia, pero ayer se te notaba muy entristecida y esta mañana no pudiste esperar y te hiciste un test de orina, por lo que puedo imaginar que tus niveles de cortisol andarían como los nuestros en muchas ocasiones. Es muy importante el estar tranquila, lo sé y lo practico. Pero no me juzgo cuando tengo un mal día.
No es la primera vez que escucho comentarios parecidos y me prometí a mí misma no volver a dejarlo pasar.
Quiero entender que esas palabras salen desde la concordia pero desde luego también desde una absoluta falta de empatía al vertirse en un grupo de mujeres sometidas a una presión bestial por un cumplir un sueño acorde con nuestra naturaleza.
Sobre todo, después de compartir con nosotras tu maravilloso (mi más sincera enhorabuena!❤️) positivo.
Podría ser feliz? Igual lo consigo, no sé. Pero estoy segura de que mi vida no sería igual.
Por mi parte seguiré dándole ánimos a estas chicas desconocidas que se han convertido en grandes amigas a las que admiro en mayúsculas:
chicas, ánimo, podéis hacerlo, lo lograréis! Sois extraordinarias! Un pasito más! Que si alguna se cae, nos tumbamos con ella para levantarnos de nuevo juntas.
Una vez, una maravillosa embrióloga de Inebir me dijo: “se consigue. Al final, se consigue”.
A por ello, guerreras! 💪🏻❤️
Por favor, léanse mis palabras con la más absoluta paz y calma con las que las escribo.
