El Dr. José M. Navarro Pando y la Dra. Ana T. Marcos, pertenecientes al grupo de investigación de Inebir, junto con investigadores de la Universidad de Sevilla acaban de publicar el artículo “Distinct Gastrointestinal and Reproductive Microbial Patterns in Female Holobiont of Infertility” en la revista Microorganisms. En este estudio se ha analizado la microbiota presente en dos muestras tomadas del sistema gastrointestinal y en tres muestras tomadas del sistema reproductivo de pacientes con distintas condiciones de infertilidad. El análisis comparativo de estas cinco muestras de microbiota de cada paciente ha mostrado la presencia de ciertos patógenos asociados a distintas causas de infertilidad. Cada tipo de infertilidad presenta condiciones distintas en el sistema digestivo y reproductivo, por lo que cada ambiente particular favorece el crecimiento de unos u otros microorganismos, siendo algunos de ellos patógenos, capaces de provocar una disbiosis, inflamación e infertilidad.
La mitad de las pacientes presentaban endometriosis, una enfermedad inflamatoria crónica asociada a dolor severo, dispareunia, dismenorrea e infertilidad, que encontramos frecuentemente en clínica. Estas pacientes presentan una microbiota caracterizada por Lactobacillus en vagina y endometrio, que se ajusta a lo considerado normal o biótico. No obstante, en el sistema digestivo se aprecia una abundante cantidad de Haemophilus, bacterias que habitualmente forman parte de la flora bacteriana encontrada en las vías respiratorias altas. Las especies de Haemophilus son causantes de infecciones como meningitis, neumonía, sinusitis, otitis, endocarditis e infecciones urinarias.
En pacientes con otras causas de infertilidad, se observaron bacterias patógenas, directamente en el aparato reproductor femenino, como Gardnerella y Enterobacteriaceae. La presencia de estas bacterias en la microbiota vaginal y endometrial es una causa conocida infertilidad que se ha corregido en algunas de nuestras pacientes con una terapia antibiótica y probióticos, que han permitido recuperar una microbiota saludable y conseguir un embarazo evolutivo.
El conocimiento de cómo se instaura una microbiota en el cuerpo humano, y las condiciones que favorecen su permanencia, abren una ventana de posibilidades a entender la fisiopatología de diferentes condiciones de infertilidad y a poder poner un tratamiento efectivo que redunde en mayor éxito para nuestras pacientes.